La digitalización es necesaria, sin embargo, implica la adaptación de tecnologías que representan una alta inversión y un costo significativo con el paso del tiempo. Por esta razón, es importante comenzar a visualizar metodologías eficientes y accesibles para la gestión óptima de la información.
Entre los procesos que componen la Cadena de Suministro Digital o SCM 4.0, se encuentran la transmisión de datos, su almacenamiento y análisis; y con cada uno de estos procesos surgen nuevos costos asociados a la operación.
El sector detallista ha cambiado, lo que antes se consideraba deseable hoy es requerido por las condiciones del mercado, la evolución del comercio digital nos recuerda que el activo más importante de la industria es la información que generan los negocios y su entorno.
Actualmente la computación en la nube se posiciona como una metodología no solo innovadora en la cadena de suministro sino también en la cadena valor, ésta viene a cerrar brechas de gestión entre el detallista y el cliente final, sobre todo en una época en dónde la comunicación a distancia y el apogeo de Internet de las Cosas (IoT) se vuelve cada vez más relevante.
En primera instancia, podemos hablar de Computación de Borde (Edge), una metodología que busca centralizar el análisis de un dato cerca del mismo dispositivo que lo genera, una vez que es procesado, la información se almacena en un repositorio en la nube. Esta metodología propicia autonomía a los dispositivos electrónicos para adaptarse a procesos ágiles de transferencia de información.
Por otro lado, la Computación Descentralizada (Fog) propone una nube extendida cuya finalidad es garantizar la cobertura de múltiples dispositivos electrónicos, propiciando de igual forma el procesamiento ágil de datos. En este escenario, la información disponible en el entorno migra a un mismo nodo de procesamiento para luego ser almacenada.
La importancia de conocer estas metodologías radica en la demanda actual que tiene el sector detallista de adaptarse al ritmo de compra y hábitos digitales del consumidor, entre estos: la generación de listas de compras automatizadas, procesos de compra sin intervención humana, tiempo de permanencia limitada en los establecimientos.
La creciente interacción entre usuarios, plataformas, aplicaciones y sitios web generará demandas en tiempo de latencia, consumo de energía, ancho de banda, entre otros. Estas necesidades surgen a partir de la nueva definición de Servicio al Cliente, por lo tanto, es importante evaluar si es necesario incurrir en los costos tecnológicos que trae consigo la era de la digitalización o bien si existe una forma óptima y sostenible de gestionarla.
Autora:
Ing. Gabriela María Arias Rojas
GS1 Costa Rica
10-11-2020 / GS1 Perú